Nicodemo recibirá la llave que abre el entendimiento de las
escrituras. Sin el Espíritu Santo y esa llave es imposible entender la
Biblia, la palabra de Dios. Esta llave está en el versículo 14 del tercer capítulo
del Evangelio de Juan: "Y como Moisés levantó la serpiente en el
desierto, así es necesario que el hijo del hombre sea levantado, para que todo
aquel que en él cree no se pierda, más tenga vida eterna".
Jesús va al Antiguo Testamento para conseguir un episodio que ocurrió
con los israelitas y lo conecta a sí mismo y a su muerte en la Cruz. Esta
es la llave: Sin el nuevo testamento y la obra de Cristo consumada es imposible
entender el Antiguo Testamento, porque lo que sucedió en el pasado son símbolos
y figuras de Cristo. Al leer un pasaje del Antiguo Testamento, usted
siempre se debe preguntar: ¿dónde está Cristo aquí?
Nicodemo sabe bien el episodio narrado en el capítulo 21 del libro de
números. En su peregrinación por el desierto hacia la tierra prometida los
israelitas fueron atacados por serpientes venenosas. Muchos murieron y la
gente gritó para salvarse. Dios mandó a Moisés que hiciese una serpiente
de bronce y lo ponga en una asta, para que fuese levantada. Todos los que miraban
a esa serpiente se curaban inmediatamente.
La figura de la serpiente nos remonta al jardín del Edén, al pecado
original. La serpiente de bronce, a veces traducida como "serpiente
ardiente" (Núm. 21:8), necesitó pasar por el fuego para ser
moldeada, y también la asta en la que se levanta la serpiente. Todo esto
señala a Jesús en la Cruz. A pesar de ser sin pecado, él fue hecho pecado
por nosotros, soportó el fuego del juicio de Dios y fue levantado en una
cruz. Los israelitas miraban a la serpiente de bronce levantada en una
asta y eran curados. Jesús crucificado es la cura para el pecado del
hombre.
Sólo encontrarás perdón y paz mirando al
crucificado, creyendo que él tomó tu lugar, que recibió sobre su cuerpo tus
pecados y soportó todo el castigo de Dios que merecías como pecador. El
bendito resultado de esa obra consumada en la cruz es que usted ahora puede
salvarse; puede recibir gratis una vida enteramente nueva de parte de Dios
y ser hecho apto por él para vivir eternamente en el cielo.
A partir de ahí tienes dos naturalezas: la vieja, heredado de Adán y fue
condenada en la Cruz, también conocida como la carne y la nueva naturaleza que
viene de Dios. Ninguna de estas dos naturalezas es capaz de mejorar: la vieja,
por estar totalmente arruinada y la nueva por ser perfecta. ellas son antagónicas.
La primera porque su condición normal es pecar y ser totalmente contraria a
Dios y todo lo que viene de él. la segunda por venir de Dios y estar en
contra del pecado. La carta de Pablo a los romanos, explica mejor. Pero
por ahora, volvamos a Nicodemo y el versículo que resume todo. En los
próximos 3 minutos.
Autor: Mario Persona
Traducción y Narración: David Cristhian
Este sitio no tiene fines de lucro, el autor Mario Persona es un consultor y orador empresarial que en su tiempo libre habla de Cristo sin pedir dinero. No está conectado a ninguna denominación u organización religiosa. Se congrega solo al nombre del Señor fuera del sistema denominacional.
Los textos y videos en este blog pueden usarse libremente como devocionales y también como modelos para preparar sermones, predicar el evangelio y estudios bíblicos.
Mario Persona es un orador y consultor de comunicación, marketing y desarrollo profesional www.mariopersona.com.br . No tiene formación ni título eclesiástico y no está vinculado a ninguna denominación religiosa, congregándose desde 1981 solo al Nombre del Señor Jesús. Este mensaje originalmente no contiene publicidad. Algunos sistemas para enviar correos electrónicos o RSS generalmente agregan mensajes publicitarios que pueden no expresar la opinión del autor.
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