Video: https://www.youtube.com/watch?v=UCIsRTs8JO0
Lectura: Juan 11
El capítulo 11 del Evangelio de Juan es conocido como el capítulo en el que Jesús resucita a Lázaro. Pero también puede ser visto como el capítulo del hombre que Jesús no sanó. Aquí Jesús sabe que uno de sus mejores amigos está enfermo, pero no hace nada para sanarlo.
Cuando Marta y María, hermanas de Lázaro, mandan avisar de que Lázaro está enfermo, Jesús sólo dice: "esta enfermedad no es para muerte; sino para la gloria de Dios, para que el hijo de Dios sea glorificado por ella " (Juan 11:4). Entonces, él se quedó dos días más donde estaba, sin mostrar alguna urgencia.
Si piensas que es normal esa actitud, imagínate llamar a urgencias solicitando una ambulancia para un familiar enfermo y oír al médico decir: "estaré allí en algunos días. No te preocupes porque esta enfermedad no es para muerte, sino para el progreso de la medicina, porque traerá gran prestigio a mi carrera".
Te quedarías decepcionado, como se quedaron Marta y María cuando Jesús llega tarde al entierro de Lázaro, después de un viaje que duró dos días, más los dos días que permaneció donde estaba. Ambas hacen el mismo comentario: "Señor, si hubieses estado aquí, no habría muerto mi hermano " (Juan 11:21, 32).
El punto es que Jesús no es médico. Si él hubiese venido para curar enfermos, hubiera sanado a toda la población del planeta con la misma facilidad que resucitó a Lázaro. Pero él es el hijo de Dios que vino al mundo con la misión específica de morir para salvar a los pecadores.
Para entender la diferencia, voy a utilizar un ejemplo. Imagínate a un moribundo siendo consumido por una enfermedad incurable. El doctor le avisa que es capaz de curarlo para siempre, dándole salud perpetua, sin embargo, no lo hará inmediatamente, sino en un día futuro. Mientras eso para demostrar que tiene la capacidad, el médico hace desaparecer su dolor de dientes como por arte de magia.
Este ejemplo da una idea de la diferencia entre un beneficio pasajero en esta vida y la salvación eterna que Jesús ofrece. Los milagros y sanidades que Jesús y sus discípulos hacían era para demostrar sus credenciales de Mesías. Era como si abriera una grieta en el tiempo y dijese a los judíos: "Vean cómo será cuando yo reine".
Cuando Juan el Bautista envió a preguntar si él era el Mesías o si debían esperar a otro, Jesús respondió: "los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos son resucitados y a los pobres es anunciado el evangelio" (Mateo 11:5). Esas credenciales demostraron que el Mesías había llegado.
En los próximos 3 minutos vamos entender mejor el papel de sanidades y milagros en el ministerio de Jesús y sus discípulos.
