Lectura: 1 Tesalonicenses 4:13-18
Algunas cosas pueden cerrar la ventana de oportunidad que Dios te ofrece para que seas salvo. por ejemplo, un accidente o una enfermedad que te imposibilite decidir. A menos que seas un feto, un niño o hayas nacido incapaz de responder por tus actos, el pleno dominio de tus facultades mentales te hace responsable de tus decisiones.
Esto no sólo ocurre en las cosas de Dios, sino también en la ley de los hombres, que dice que nadie puede pretender desconocer la ley. De la misma manera, nadie quedará libre de culpa ante Dios. ¿Quieres saber cómo?
¿Alguna vez has juzgado las acciones de otra persona? Entonces eres capaz de juzgarte a ti mismo y eso te hace responsable ante Dios. En la carta a los Romanos, Dios afirma: “Por lo cual eres inexcusable, oh hombre, quienquiera que seas tú que juzgas; pues en lo que juzgas a otro, te condenas a ti mismo; porque tú que juzgas haces lo mismo” (Romanos. 2:1).
Aparte de una enfermedad que te impide tomar la decisión de creer en Jesús, la muerte también puede acabar con tus posibilidades. En este mismo momento en la morgue más cercana a tu casa hay alguien que ayer no tenía idea de que hoy estaría ahí tirado.
Otra cosa que puede impedirte creer, después de haber escuchado el evangelio, es el arrebatamiento de la Iglesia descrito en 1 Tesalonicenses 4:16: “Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.”
El arrebatamiento podría haber ocurrido ya en los días de Pablo, por eso él se incluye a sí mismo diciendo "[nosotros] los que vivimos seremos arrebatados" . No hay un acontecimiento precedente al arrebatamiento, excepto la paciencia de Dios en esperar que más personas se conviertan. Sin embargo, una vez que se da la orden de salida, la Biblia dice que sucederá en un abrir y cerrar de ojos. ¿Y después?
Pues el mundo seguirá sin los restos mortales de los que murieron en la fe desde Abel y sin los verdaderos cristianos que están vivos en ese momento. Los primeros resucitarán y los demás serán transformados. Si quieres saber la explicación que darán los periódicos al día siguiente por la ausencia de tanta gente, tendrás que comprar los periódicos del día siguiente. Pero entonces será demasiado tarde para ti.
Antes de mi conversión en la década de los 70, me involucré en el esoterismo. En ese momento había una teoría de que un planeta pasaría cerca de la Tierra y las personas menos evolucionadas espiritualmente serían tomadas de aquí y llevadas allá por extraterrestres. El mundo sería libre de ellos para vivir en una nueva era de paz y prosperidad. Según esa idea esotérica, hoy yo sería uno de los atrasados que serán sacados de aquí.
En los próximos 3 minutos, vea lo que sucede con los que son dejados atrás.