Ver en Youtube
Lectura: Juan 13:23-30
Olvídate del cuadro “La Santa Cena” de Leonardo Da Vinci. En ese momento y lugar, la gente no se sentaba en sillas y mucho menos todos en el mismo lado de la mesa, como si estuvieran posando para una foto. Se sentaban en el suelo, sobre cojines o bancos bajos, frente a una mesa baja. Sentado así en diagonal, encontramos a Juan reclinado sobre el pecho de Jesús.
Pedro le indica a Juan que le pregunte a Jesús quién sería el traidor. Jesús le revela a Juan que el traidor es aquel a quien le dará un trozo de pan mojado, quizá en aceite o en la salsa de la comida. Todo indica que esto fue dicho en voz baja, ya que nadie más escuchó.
Hay un lugar donde podemos escuchar mejor lo que Jesús tiene para decirnos, y ese lugar está muy cerca de él. Allí oímos lo que otros no oyen y entendemos lo que otros no entienden. Todos en la sala interpretan el gesto de Jesús como una expresión de su aprecio por Judas, pero Juan sabe que es todo lo contrario.
Hasta aquí Judas caminó según la influencia de su propia voluntad y del diablo. De ahora en adelante, el diablo tiene control total sobre él. El primer Salmo comienza diciendo: “Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, Ni en silla de escarnecedores se ha sentado ”.
Date cuenta de que hay un proceso: caminar, detenerse y sentarse. Todo error y transgresión comienza cuando acompañamos a los malvados en sus ideas y conversaciones, y evoluciona cuando nos detenemos en sus caminos. Cuando menos lo esperamos, ya estamos sentados en su círculo, como su compañero.
No podemos evitar que el diablo nos influya a través de cosas, personas o pensamientos, pero podemos evitar detenernos en esas cosas, personas o pensamientos. Desvíate un grado de su ruta y el ángulo se ampliará más adelante hasta que termine a kilómetros de su destino original.
Al tener pensamientos sugeridos por el demonio, Judas termina convirtiéndose en su compañero y es totalmente dominado. Judas le da la espalda a Jesús y sale de la habitación. Los discípulos creen que Jesús le dijo a Judas que saliera y comprara algo o diera algo de dinero a los pobres. El versículo 27 de este capítulo 13 del Evangelio de Juan dice que salió porque Satanás había entrado en él, y el versículo 30 termina con estas significativas palabras: "Y ya era de noche".
Quien da la espalda a la Luz, sólo tiene ante él densas tinieblas. Si eliges vivir según el consejo de los malvados, incluido tu propio consejo, terminarás siendo un instrumento del diablo sin darte cuenta. Pero si permaneces recostado sobre el seno de Jesús, en íntima comunión con él, descubrirás cosas que los demás ignoran.
En los próximos 3 minutos Jesús revela cuál es el documento de identidad de un verdadero discípulo.
